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Nota: Todos los parecidos a la realidad son pura casualidad o coincidencia ya que esta historia y los personajes han sido inventados.

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domingo, 19 de febrero de 2012

Capítulo7 : Creíble


Se que mi destino es Ángel Santos, que tengo un ángel guardián y su destino son las puertas del cielo, que tengo que ir a allí ya que es donde se aloja ese ángel guardián y me protegerá al igual que en el sueño y entonces así y de esa manera supongo que llegará a esas puertas relucientes que le abrirán un camino de bien estar en el más allá. Me pregunto si tengo que ir, si ese ángel lo llegaré a ver, si será igual a como me la imagino o simplemente, si ese sueño es una predicción o una simple fantasía generada por mi cerebro en el estado REM. Mi cerebro inconscientemente me genera una respuesta a esa pregunta, generada por las neuronas que transmiten información de una en otra hasta ejecutar la orden o generar esa ansiada y esperada respuesta de cada individuo. Él me dice que si, que tengo ir, que ese es mi destino, que tengo que dejar todo atrás para recibir así al futuro que me depara. No se si esa respuesta es la acertada, no se si cometeré un grave error como otras veces, pero se que todo hay que intentarlo y aunque sea una respuesta incorrecta, de los errores se aprende y que por lo tanto aprendes de ellos.

Me despierto totalmente al ver la pluma rosa desaparecerse en mi mano como por arte de magia, pero algo se que la magia no existe, que simplemente son ilusiones que hace que el cerebro acabe creyendolas tan facilmente como quitarle a un niño su caramelo y a mi no me quitarán ese caramelo. Yo creo que lo que he tenido no es una de esas ilusiones en las que el cerebro genera una respuesta ficticia para que cuadre todo. Sería mucha coincidencia el sueño tan realista y esa misteriosa pluma rosa, yo no creo en las coincidencias y por esta vez me lo voy a tomar en serio.

Me levanto de mi cama y subo más mis persianas para que entre la hermosa y cálida luz del sol que me despertó. Salgo de mi cuarto y encuentro a mi madre que esta sentada en una silla plateada con toques rústicos desayunando en una mesa a juego con la silla.

-Buenos dias.

-Ya tengo una respuesta a esa pregunta, así que ves haciendo las maletas, pero quiero que me dejes tiempo para mis amigos y para decírselo a papá -Contesté inmediatamente.

-¿A....si?. ¿Y eso?. ¡Que rápido te lo has tomado! - Me respondió con alegría.

-Quiero decirselo a papá, ¿Vale?.

-No se si estará en casa.

-Pues le llamaré - Le contesté.

-Pero... si está en el avión no te lo podrá coger ya que lo tiene apagado.

-Bueno, da igual me pasaré por el piso.

Mi madre, como siempre me queria distanciar de mi padre y seguramente me dijo eso para que no fuera a verle por si se opusiera a lo de Benicull, pero, yo como soy más listo, hice un acuerdo con mi padre. En el que me tenía que comunicar cuando vendría a Valencia. Por suerte, se supone que estaria este fin de semana sin trabajar por lo cual yo ya tenía una oportunidad de decírselo.



Desayuno y me visto, una sudadera añil con letras naranjas y unos vaqueros negros fueron de lo mejor que vi en mi armario así que me me los puse y me dirigí hacía el piso de mi padre que esta unas calles más atrás de este. Me despidó de mi madre y bajo por el ascensor, me miro en el espejo mientras bajo en él para arreglarme un poco el pelo y entonces me dirijo hacía el piso de mi padre.

jueves, 16 de febrero de 2012

Lo siento...

Bien, esta entrada es para despedirme. Lo siento mucho, pero por causas personales Ángel Guardián dejará de estar disponible en este blog. Por otro lado HPC continuará emitiendose y, además, contará con la colaboración de Tommy (y mía) para deleitaros.
Lo lamento de verdad.

domingo, 12 de febrero de 2012

¡Lo sentimos lectores!

Esta semana y la próxima no podremos subir nada ya que no tenemos tiempo libre y lo que si que tenemos son muchos exámenes. Nos decepciona a nosotros un montón, pero pronto volveremos a subir capítulos al blog. Os mantendremos informados en estados del tuenti o si no podéis entrar a este blog haber si hemos subido algo. Probablemente subiremos algún capítulo nuevo el sábado de la semana que viene. Así que tenéis que estar atentos lectores. ¡MUCHAS GRACIAS! :)

domingo, 5 de febrero de 2012

Capítulo 5: Sueños (Ángel Guardián)


Miro a mí alrededor, de nuevo solo oscuridad. Espero con ansiedad la llegada del oráculo, avisándome una nueva profecía o advirtiéndome de algo, sin embargo, no aparece. Comienzo a sentir frío.
Una poderosa luz rosada ilumina todo cuanto me rodea. La oscuridad se torna más visible. Las negras siluetas se convierten en poderosas montañas cubiertas por un manto de vaho y nieve. Algo más abajo veo un bosquecillo poblado de abetos de agujas blancas. Todo iluminado por ese cálido tono fresado del cual  desconozco su procedencia.
Todo está quieto, sumido en la calma y el silencio de la noche. Alzo la mirada. Sobre mí se haya la aurora boreal, hermosa y brillante. No pienso, no me pregunto si estoy soñando, aunque lo doy por hecho. No creo haber viajado realmente hasta Groenlandia, o Canadá, o donde quiera que se vea la aurora. No me fijo en el hecho de que todo está envuelto en niebla y cubierto de nieve, pese a que estemos en septiembre. No me planteo nada de esto. Solo me siento perdida, insignificante, bajo los tonos violetas que me iluminan, ahora, desde lo alto.
Pero ese no es el color que me ha tranquilizado, no es igual. Intento averiguar el paradero de la lucecilla rosa, más no lo hayo. Entonces lo oigo. Es como un susurro, apenas audible.
Siento como vuelo hacia esa voz, atraída, como las polillas hacia la luz. Creo que camino, que corro, pero no es cierto. Mis pies no tocan el suelo, mis manos no rozan los obstáculos del camino, mi piel no siente el frio de la nieve. Veo el suelo muy abajo, pero siento en mi rostro la brisa del cielo, tan cercano y tan lejano a la vez. Tan concreto y tan abstracto, tan… ¿Irreal?
La luz brota de nuevo, pero esta vez conozco a la perfección su procedencia. Me giro con calma, temiendo romper alguna de las partes de este equilibrio perfecto. Ahí están, como tejidas con seda y pétalos de rosa, unas enormes alas plumadas. Respiro hondo. Contemplo las palmas de mis manos, semitransparentes.
De nuevo la voz, más fuerte y clara, esta vez. Me volteo. Como un sueño, un espíritu, una ilusión, un cuerpo asciende can calma hasta donde estoy yo. Observo mi preciado son, mis alas, que resplandecen con más fuerza. La voz se transforma en llanto. El cuerpo sin vida abre sus ojos, empañados de lágrimas. Tengo miedo, no sé cómo reaccionar. Me quedo paralizada. El muchacho asciende sin alas, guiado por la luz de las mías, con una mirada llena de súplica.
Siento la necesidad de protegerlo, de cuidarlo. Se detiene, perdido, anheloso. Siento el deseo de gritar, de llamar su atención, de demostrarle que no está solo, que sigo aquí. Sin embargo, algo hace que me mantenga quieta, con la cabeza alta, calmada. Desprendo, con suavidad una de las plumas que componen mis alas, y la dejo caer, guiada por el viento, hasta las manos del muchacho. Alza la cabeza. Sonrió, con dulzura, como lo hacen las madres para reconfortar a sus hijos. Entonces soy yo la que desciendo, envolviéndolo con mis brazos y mis alas. Lo siento como una expiración, un contacto irreal, cómo el viento, pero al mismo tiempo como si lo tocara de verdad. El miedo se desvanece por completo.
-Estaré contigo…
Es lo último que escucho. Cómo cuando hablé con el oráculo, digo lo que pienso sin necesidad de articular palabras.
Me siento explotar. Veo el tiempo y el espacio pasando a través de mí. Veo a Diego alejarse, sin  poder hacer nada, sujetando con fuerza la última pluma de mis alas, que se esfuman como sueños. Veo perdido mi pasado, mi presente y mi futuro, me razón para vivir. Ese nombre permanece unos segundos en mi mente. Diego ¿Cómo conozco su nombre? No lo comprendo. Tengo pocos segundos para reaccionar, pronto todo se desvanece.
Abro los ojos. Sobre mí solo veo el blanco techo de la habitación de mi cuarto.

sábado, 4 de febrero de 2012

Capítulo 9 : ¿Irrealidad? (Hacía las puertas del cielo)


La oscuridad es inmensa, ella me sumerge y me encuentro solo, desamparado y desprotegido, descuidado, desvalido, abandonado en la oscuridad. Tantos adjetivos para describirla. Veo una hermosa y deslumbrante luz, atrayente y seductora al final de toda esta tenebrosidad. Voy corriendo hacía ella sin ningún sentido, como los mismos insectos con ella, en todas direcciones, para alcanzar a la deseada luz. ¿Hay algo?. Me pregunto.

La tenue luz cada vez se va apagando, cada segundo que pasa desaparece, se agota un poco más. No veo el final de este camino, ¿Será infinito? ¿Saldré de esta?. Entonces corro más deprisa al igual que un accelerando en música, subo el ritmo de mi velocidad, pero me siento agotado, siento que no puedo más, siento que no llego, que me falta energía, sofocado y exhausto me caigo. Me despido de la luz que se va alejando por momentos y no logro alcanzarla, me rindo, prefiero quedarme en el suelo al igual que un inválido que no puede caminar, me quedo en el suelo acurrucado ¿Será este mi fin?.
Cierro los ojos pensando en el cielo, ¿habré sido bueno y no habré pecado para acceder a las puertas del paraíso?. Esa es la última pregunta que me hago.

Siento que no puedo más, que mi alma se despide de mi cuerpo, descubro que el cuerpo es solo materia y mi alma se va tranquila hacía lo alto, hacía lo de después de las nubes. Pero aquí, en esta soledad ¿habrá cielo?, ¿Es esto lo que hay después de la muerte?, ¿Es esto lo que me depara?...¿ Andar como una alma en pena y solitaria en esta oscuridad? Entonces hay algo que me susurra en el oído pero no oigo nada, intento abrir mis inexistentes ojos para desvelar a la persona que me esta hablando y pregunto:

-Hay alguien ahí. Pregunto sin fuerzas. Entonces oigo como un eco en este inmenso lugar donde no hay nada, solo oscuridad.
-Diegooo, Diegoooo, Diegooooo. Es lo único que oigo, la mascullante voz.

Me cae una pequeña pluma de tono rosa en mi mano.
-¿Qué quieres?. Pregunto pensando que ya no tengo salida de esta y me pongo a pensar en la vida que he tenido: mi madre, mi padre, Inés mi gran amor desde hace dos años que mantenía en secreto.

-Ir hacía las puertas del cielo y entrar en ellas. Me contestó una dulce voz femenina.

-Tengo una última pregunta. ¿Saldré de aquí con vida?. Pregunté con mi último aliento, terminando con un suspiro.

-Solo te diré dos cosas: La primera es que tienes un Ángel Guardián. ¿Un ángel guardián? Pensé casi inconscientemente.
-Y la segunda es que tu destino te guiará al instituto Ángel Santos.


Me siento cálido, cada vez con más fuerzas, siento que mi cuerpo esta recobrando vida, siento que me recupero que ya no soy una cosa inerte. Al recobrar cada vez más fuerzas por segundos me doy cuenta de que estoy en el regazo de una chica deslumbrante de color rosa. ¿Será un alma?.

Descubro sus grandes alas de tonos al igual que la pluma, en su delicada y suave espalda ¿Un ángel?. Entonces le miro el rostro y me doy cuenta de que es una bella y hermosa chica de mi edad con un cabello resplandeciente de rubia melena larga con tonos preciosos en esta.
Además de tener un rostro espléndido donde se alojan unos ojos tan bellos como las joyas del fondo del mar. Me siento como nuevo con ella, siento seguridad, calma, confianza. Recupero mi alma, tal como si ella me la devolviera.

Lo último que oigo de ese precioso ser.
-Estaré contigo. Entonces despareció. Una gran luz brillante lo iluminó todo. Me desperté de golpe en mi cama seguramente por los rayos de sol que me dieron directos en la cara. Pero me desperté con gran conmoción ya que sentía como si hubiera sido realidad.

Pensé en que sería un sueño, una fascinación, ilusión, espejismo, fantasía o como mucho una alucinación. Me logre despertar por fin en mi cama y recordé sus plumas. En un acto reflejo observé mi mano, donde estaba depositada una diminuta e insignificante pluma rosa que se fundió en mi mano desapareciendo en ella.